El PSOE sopesa dar un puesto en la Mesa del Congreso al PNV

Podemos tendrá que negociar con los socialistas para obtener asiento


La tribuna del Congreso de los Diputados, donde se sientan los nueve miembros de la Mesa
La tribuna del Congreso de los Diputados, donde se sientan los nueve miembros de la Mesa - Ángel de Antonio

El 21 de mayo se constituirán las nuevas Cortes y los partidos tendrán que elegir a los nueve diputados que integrarán la Mesa del Congreso: presidente, cuatro vicepresidentes y cuatro secretarios. Enfrascados en la nueva campaña electoral, PSOE, PP, Ciudadanos (Cs) y Unidas Podemos (UP) aún no se han sentado a definir su estrategia, pero el reparto final dependerá tanto de si logran alcanzar un acuerdo de reparto como de la idea de alianzas que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tenga en la cabeza.
En el grupo parlamentario socialista cobra fuerza la idea de ofrecer un asiento al PNV como cortejo previo a un acuerdo de investidura. Si la alianza cuajara -el grupo vasco no quiere pronunciarse aún- sería la primera vez que la formación jeltzale se sentaría en la Mesa del Congreso. Hasta la fecha, el único partido nacionalista que ha logrado un puesto ha sido la CiU de Josep Antoni Duran Lleida. De hecho, aunque la preferencia de los socialistas es el PNV, no descartan que este puesto pueda ser ocupado por uno de los grupos catalanes, ERC o JxC.
Con sus 123 escaños, el PSOE tiene asegurados cuatro de los nueve puestos, dos vicepresidencias y dos secretarías, lo que le otorgaría el control de la Mesa. Sin embargo, necesitan el apoyo de otra formación para asegurarse la presidencia, por lo que, además de cederle un asiento a los nacionalistas, podrían ofrecerle otro puesto a Podemos. No en vano, la aritmética pura deja a la formación de Pablo Iglesias fuera de este órgano tras haber perdido un tercio de sus escaños.

Reparto en clave electoral

Otras de las ideas asentadas en el Grupo Socialista es que al constituirse las Cortes cinco días antes de las autonómicas, Pedro Sánchez apostará por un reparto que mantenga vivas las posibles alianzas estratégicas. Y eso incluye una distribución que le permita controlar la Mesa del Congreso sumando tanto con Unidas Podemos y los nacionalistas como con Cs o el PP, si se diera el caso.
Un reparto que encajará con este esquema sería el de tres puestos para el PSOE, incluyendo la presidencia, un puesto para un partido nacionalista, otro para Podemos, dos para el PP y otros dos para Cs. Respecto a la anterior distribución, esta ecuación supone la pérdida de un puesto para el PP y otro para UP.
Además del reparto del número de puestos, también entrarán en juego los cargos. Como parte de la negociación con sus aliados, el PSOE puede jugar a ofrecer también los más importantes. Así lo hizo el PP con Cs en la anterior legislatura.
Si los cuatro grandes partidos entran en negociaciones para el reparto, lo lógico es que el orden de vicepresidentes y secretarios se corresponda con la posición política que ocupan los grupos en el hemiciclo. Así, Ciudadanos podría acceder a la tercera vicepresidencia y a la tercera secretaría, dos puestos que el PSOE tiene asegurados. Pero sin acuerdo, los socialistas puedan hacerse con estos dos asientos y relegar a Cs a la vicepresidencia y la secretaría cuarta. En este caso, se daría la circunstancia de que pese a haber crecido en escaños, Cs perdería peso institucional respecto a la anterior legislatura, cuando ocupó la vicepresidencia primera del Congreso.

¿Un pacto PSOE-Ciudadanos?

Poco más se sabe del reparto final que tendrá este órgano parlamentario, salvo que los 24 escaños obtenidos por Vox no le permitirán sentarse en la Mesa del Congreso. Tras no alcanzar sus expectativas internas para las elecciones, la formación que preside Santiago Abascal tampoco logrará representación en este órgano, a cuyos nueve asientos solo acceden los grandes partidos o sus aliados al inicio de cada legislatura.
La distribución de los nueve cargos se realiza por votación y, al haber quedado tan lejos de los cuatro grandes partidos, Vox no tiene la opción de robarles ni siquiera un representante. Solo podría alcanzar presencia en este órgano si al PSOE le interesara cederle parte de la suya, pero no hay posibilidad alguna de que esto suceda.
El pacto más improbable, el de PSOE y Ciudadanos, es el que, sin embargo, más beneficiaría a ambos. La suma de sus escaños alcanzaría los 180, suficientes para repartirse siete de los nueve puestos de la Mesa del Congreso, incluyendo la presidencia. El PP tendría dos asientos y Podemos y los nacionalistas quedarían fuera.


¿Por qué es tan importante la Mesa del Congreso?


Los nueve puestos de la Mesa del Congreso (un presidente, cuatro vicepresidentes y cuatro secretarios) son muy codiciados por los partidos por el poder de decisión que conllevan, ya que permiten bloquear, acelerar o ralentizar las iniciativas legislativas tanto del Gobierno como de la oposición, pero también porque reportan un plus de visibilidad institucional y capacidad negociadora a los partidos que logran sentar a diputados suyos en ellos.

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